Aunque ahora es más fácil encontrar setas todo el año, eso sí de cultivo, lo ideal es aprovechar esta época otoñal para disfrutar saboreando este manjar.
Este fin de semana he encontrado unos maravillosos boletus cuando hacía la compra semanal y no me podido resistir. Tengo que decir que los que he comprado no son de cultivo, por lo que el precio no es apto para todos los bolsillos, pero el fin de semana lo merece.
Os voy a enseñar como son los boletus que compramos cuando son recogidos en el campo. En la primera fotografía podemos ver que están llenas de tierra. Pues bien, una parte importante es como vamos a limpiarlos.


Primero pelaremos con un pelapatatas la superficie de la seta hasta que quede blanca y con un paño limpio quitaremos el resto. Es muy importante que no las mojéis ya que añadiríais una humedad que luego nos resultaría muy molesta.
Preparación:
Cortamos los boletus a lo largo y reservamos. En una sartén sofreímos cebolla y jamón en tacos pequeños. Cuando esté cristalizada la cebolla añadimos las setas, sal, pimienta negra y les damos una vuelta hasta que empiecen a hacerse. A los 5 minutos añadimos un vaso de vino blanco y tapamos la tartera.
Dejamos a fuego medio unos quince minutos. Vamos comprobando si están blandas o no. Para saberlo, nos fijaremos en que su aspecto se va volviendo gelatinoso
Una vez listos les añadiremos láminas de jamón ( uno bueno que con estos boletus merece la pena) y listos para comer.